Coriano 2 Febrero de 1838
Excelencia Reverendísima
iEl Señor Don Macchini ya ha escrito a Sogliano para obtener los Libros de los anteriores Administradores de acuerdo con las órdenes recibidas de su Excelencia Reverendísima, y de aquellos que podrían tal vez aclarar mejor aquello que se desea.
No dudo de su justicia imparcial sobre lo que si competirá a las Escuelas ya eregidas y de eregir, habiendo conocido en otras circunstancias cuánto se preocupan por ellas, y por esta razón considero innecesario agregar el tener en cuenta la escasez de los medios de estas dos Casas, […]
También me parece necesario protestar de que no es el interés lo que me impulsa a desear estos medios, y no descuidar aquellas pocas diligencias que tengo en mis manos, sino solo el deseo de que el Señor permanezca más honrado por medio de la Educación de las Niñas, y para corresponder a esa Vocación que el Señor me ha dado, y que me parece ver ahora cumplidas las promesas internas que despertó dentro de mí, que me habrían proporcionado los medios, para cumplir esos deseos que él mismo me sugirió en el Corazón, como siempre hanestado, que haya Escuelas en todos los Pueblos. ¡Oh, cuánto bien debe redundar para su Diócesis! ¡Oh, cuánta necesidad hay de Educación en los Pueblos ya que hay tanta ignorancia en las cosas de la Fe! Solo estoy consternada por mi insuficiencia, pero el Señor sabrá bien cómo proveer a todo. Tenga piedad si me he atrevido tanto.[…]
Y aquí para no ser extremadamente inoportuna, me inclino y beso el Anillo Sagrado implorando Su Pastoral Bendición
Su Excelencia Reverendísima
Humildisima, Devotisima y Respetuosa Sierva
Elisabetta Renzi