– Estar atenta de no faltar a la Caridad del prójimo, hablando de las faltas de los demás, y mucho más si fuera materia grave, y también de los de mis hermanas, sin verdadera necesidad.
– No dejar de hacer la corrección, pero primero encomendarse a Dios, y no hablar jamás con ira y al primer impulso .
– No pienses demasiado en ti misma y en el temor de que todo te haga morir, sino más bien estar a las disposiciones de los demás y esta será mi penitencia .