La comunidad vive en un amplio convento que acoge la etapa formativa del noviciado y las hermanas ancianas o enfermas. Es también el lugar principal...
Las primeras trece Maestras Pías llegaron a Moreauville, en la diócesis de Alexandria-Shreveport, Louisiana en 1847, acogidas por el Obispo Charles P. Greco. Pocos meses después, el Obispo las envía como maestras a las escuelas católicas diocesanas de los niños negros, en la época separadas de las de los blancos por la segregación racial del tiempo, y al servicio de un orfanato masculino para ocuparse de la cocina y la lavandería. Aprender el idioma y tomar las certificaciones necesarias durante los meses de verano, fueron parte de los primeros trabajos. Con los años, otras religiosas italianas se sumaron al primer núcleo y las hermanas se insertaron en varias escuelas de la diócesis. En 1954 el Obispo Greco comenzó una obra para ofrecer asistencia y educación a personas con discapacidades mentales y la confió a las Maestras Pías. Después de varios años de servicio, mientras el grupo de las religiosas italianas se ampliaba con nuevas fuerzas que sustituían a las que regresaban a su patria, jóvenes estadounidenses, atraídas por los servicios apostólicos, pero también por la alegría, la serenidad y la valentía que percibían en estas misioneras, pidieron ser parte de ellas pidiendo ser religiosas Maestras Pías y trabajar junto a ellas. Hoy las Maestras Pías tienen cuatro comunidades en Louisiana y una en Nuevo México, y están activas en escuelas, en actividades educativas y con personas discapacitadas, en la catequesis y en la pastoral juvenil parroquial y diocesana.