Orfanato para casi 40 niños
A través del Doctor Pesaresi de Rímini, médico-misionero en Zimbabwe, el Obispo de Harare contactó a las Maestras Pías y en 1993 aceptaron la invitación para ir a tierras africanas. La urgencia era la preparación de las catequistas, para servir a las muchas personas que viven dispersas en muchos pueblos pequeños de la sabana y en el vasto territorio africano. Las primeras religiosas colaboraron con la escuela católica, crearon un centro de costura para ayudar a las mujeres a conseguir un trabajo decente y colaboraron con los diversos sacerdotes de la parroquia para liturgias y catequesis. El SIDA pronto creó no solo muchas muertes entre la población, sino también muchos huérfanos que no pudieron acceder a las escuelas por falta de dinero. Las Maestras Pías tomaron medidas para crear una escuela que, con la ayuda de muchos bienhechores, permitiría a los niños tener una escuela y comidas adecuadas. Otra doctora italiana pidió a las religiosas que dirigieran un orfanato que había conseguido construir cerca de su hospital para acoger a los niños que quedaban sin padres a causa del SIDA. El servicio, con la ayuda de las vocaciones locales, se está convirtiendo cada vez más en un servicio cualificado y efectivo.
Las Maestras Pías tienen hoy en Zimbabwe dos comunidades: en Chegutu las hermanas se dedican principalmente a las escuelas, mientras que en Mhondoro se ocupan del cuidado y la educación de los niños del orfanato.